domingo, 5 de mayo de 2019

ULTIMO TRABAJO



En los próximos años se espera un aumento importante tanto en las carreras tecnológicas como en las remuneraciones de los profesionales de este sector. 
Estas son algunas de las carreras tecnológicas de mayor repercusión pero hay muchas más:

  1. Ingeniería informática: El título en Ingeniería Informática garantiza una sólida formación científica y tecnológica, que capacita tanto para el ejercicio profesional en el ámbito de la informática como para la innovación e investigación desde esa formación generalista y de fundamentos.
  2. Diseño y desarrollo de productos: La finalidad de estos estudios es preparar a los alumnos para que sean capaces de dirigir y gestionar todo el proceso de vida de un producto: desde la generación de ideas (análisis de mercados, marketing, diseño básico…), la producción, la fabricación y el lanzamiento del producto, hasta el estudio del impacto ambiental al final de su vida útil.
  3. Ingeniería de sistemas de telecomunicación: El grado tiene como objetivo formar profesionales con capacidad para diseñar, implementar y gestionar sistemas de comunicaciones sin hilos. Por ejemplo, redes de telefonía móvil, de comunicación por satélite, de distribución de señales multimedia, de telecontrol y radionavegación, etc. La carrera enfatiza en la concepción de los sistemas de telecomunicación y sus fundamentos teóricos.
  4. Ingeniería de sistemas computacionales: Si tu objetivo es dedicarte a definir aplicaciones o crear y administrar proyectos de desarrollo de software, esta es la carrera que estás buscando. Aprenderás a integrar sistemas, a dirigir equipos de trabajo y a definir estructuras modulares y de datos para aplicaciones informáticas.
  5. (TIC): La Ingeniería en Tecnologías de la Información capacita para el ejercicio profesional en el desarrollo, implantación, operación, evaluación y mantenimiento de sistemas informáticos.



EN CASO DE QUE NO QUIERAS ESTUDIAR TECNOLOGÍA...

¿QUE CARRERA ESTUDIAR EN GENERAL?

  LO PRIMERO DE TODO:

  1. Conócete a ti mismo: Quieres elegir unos estudios y eventualmente una carrera profesional que te van a gustar. Entonces, lo primero es tener claro qué cosas valoras en un trabajo, qué tipo de actividades te gustan, en qué ambiente de trabajo te sentirías más a gusto… En fin, independientemente de la carrera que escojas, ¿qué tipo de actividades te gustan hacer, dónde, en qué condiciones, y con quién?
  2. Conoce tus opciones: Una vez que sepas el perfil de carrera y de trabajo que más te llenan de satisfacción, puedes empezar a buscar carreras que encajan en ese perfil. En esta fase del proceso, se trata de buscar el mayor número de opciones posibles. ¡No te limites! Seguramente descubrirás muchísimas opciones que ni siquiera sabías que existían.
  3. Valora la oferta y decide: Ya con tu lista de posibles carreras en la mano, puedes empezar a valorarlas una por una. Puedes quedarte con las 2 ó 3 que más te convencen, y luego investigar dónde es mejor estudiarlas. Llegado hasta aquí, tomar la decisión final será mucho más fácil.

FASE 1: Conócete a ti mismo


Conocerte te ayudará a saber qué carreras o profesiones son mejor para ti. Suena a tópico, pero la verdad es que tu carácter, tus gustos e intereses son aspectos que uno debe analizar a la hora de escoger una carrera.  Algunas cosas que debes tener en cuenta son:

  1. Tu carácter. ¿Eres una persona abierta o introvertida? ¿Te gusta pensar o hacer? ¿Prefieres trabajar en equipo o a solas? ¿Te gusta estar rodeado de gente o prefieres pasar las horas delante de un ordenador? Conocer tus características personales te permitirá confrontarlas con las alternativas de estudios y profesiones que puedes escoger.
  2. Tus fortalezas. Analízate desde la perspectiva de una empresa. ¿Cuáles son tus puntos fuertes? Tu habilidad con los números, tu capacidad de expresión… No pienses sólo en tus conocimientos técnicos. Igual de importantes son tus cualidades personales.
  3. Tus debilidades. Trata de ver qué áreas deberías mejorar y qué aspectos podrían ser una barrera insalvable para una determinada carrera.  Por ejemplo, si te mareas sólo al pensar en la sangre, Medicina no sería una buena opción para ti, ¿a qué no?
  4. Piensa en qué asignaturas eres mejor. Quizás la historia es tu fuerte, o se te da muy bien pintar, o la química es una de tus asignaturas preferidas. Conocer en qué materias eres mejor te dará una pista sobre las carreras que te resultarán más fáciles o en las que podrías destacar.
  5. Tus asignaturas hueso. Todos tenemos alguna materia donde cojeamos, se nos atraganta o sencillamente no somos tan buenos. Piensa cuál es la razón: ¿su dificultad o el poco entusiasmo que te despierta? Conocer tus debilidades te ayudará a depurar tus opciones. Si las matemáticas se te dan mal, podrías descartar las carreras de ciencias o técnicas.
  6. Tus intereses y aficiones. Piensa qué es lo que más te atrae, con qué materias disfrutas más o qué te gusta hacer en tu tiempo libre. A veces detrás de una afición hay una posible carrera profesional. Analiza tus hobbies, pueden ser una fuente de inspiración.
  7. Piensa cómo sería tu trabajo ideal. Unos no soportan los trabajos dentro de una oficina, otros no aguantan el estrés, algunos prefieren un trabajo en el que no tienen que viajar… Piensa qué tipo de trabajo te gustaría hacer. o profesiones donde sean importantes o convenientes los aspectos donde te has dado más nota.
  8. Apóyate en algún test de evaluación. Hay tests que evalúan tus intereses y tu personalidad y sugieren carreras que podrían encajar bien contigo. Si te sientes un poco perdido respecto a dónde dirigir tu futuro, y te cuesta analizar tus intereses y gustos, pueden ser un recurso muy útil. Habla con tu orientador o investiga en Internet para hacer alguno de estos tests.



FASE 2: Conoce tus opciones


Hoy en día hay una oferta tan variada de  estudios que la dificultad de elección también es mayor: una amplia gama de ciclos formativos, titulaciones universitarias, títulos extranjeros… Pero también significa que tienes mayores posibilidades de encontrar unos estudios que te encajen a la perfección. Para eso hay que conocer la oferta: 

  1. Prepárate para investigar. Hazte preguntas del siguiente tipo: ¿Estos estudios me gustarían? ¿Me veo estudiando esta carrera? ¿Para qué salidas laborales me preparan?
  2. Habla con el orientador de tu colegio o instituto. Tu orientador está ahí para informarte y orientarte sobre todas las opciones que tienes. Es un valioso recurso que deberás aprovechar. Si te gustaría saber más sobre una carrera o simplemente te gustaría hablar con alguien sobre lo que te preocupa de tu futuro, adelante, llama a su puerta.
  3. Aprovecha la experiencia de tus familiares y amigos. Utiliza tu red de contactos más cercanos para conseguir información de primera mano. Habla con tus padres, sus amigos y demás familiares para  que te pongan en contacto con personas que se dedican a las carreras o profesiones que más te atraen. Parece complicado, pero la realidad es que a través de tus conocidos puedes conocer a mucha más gente de lo que imaginas. Según la teoría de los seis grados de separación cualquiera en el mundo puede estar conectado a cualquier otra persona en el planeta a través de una cadena de conocidos que no tiene más de cuatro intermediarios. ¡Increíble! ¿Verdad? Así que pregunta.
  4. Compara las carreras que más te atraen. Puedes encontrar información en Internet, en tu instituto o en la biblioteca de tu barrio.
  5. Investiga opciones que ni conocías. Abre tu mente e investiga también sobre carreras o estudios que desconocías y piensa qué te gusta o disgusta de ellos. Toma nota en un cuaderno de todos los pensamientos que te surjan de manera organizada para luego releerlos.
  6. Curiosea en Internet. La verdad es que Internet es un recurso increíble para buscar todo tipo de información sobre carreras, empleos que te interesen y titulaciones universitarias que te pueden preparar para ellos. Tan sencillo como ir a tu buscador preferido, escribir el nombre de la carrera que te interesa y ver los resultados.
  7. No te dejes influenciar por opiniones generales. A veces, sin darnos cuenta, nos dejamos influir por lo que hace un amigo, lo que piensan nuestros padres o experiencias que han tenido otras personas. Aunque es bueno escuchar a los demás, piensa que si a uno le ha ido bien o mal en una carrera es sólo un caso particular. Evita las generalizaciones.
  8. Cuidado con las modas. Aunque parezca extraño, a veces por algo tan simple como una serie de televisión sucede que una determinada carrera se pone de moda y todo el mundo quiere hacerla. Analiza bien si se trata de una carrera que realmente quieres hacer.

FASE 3: Valora la oferta de carreras y decide


Imagina que ya has identificado tus gustos y objetivos, y que también has investigado un buen número de carreras profesionales que encajan con ellos. Con un poco de suerte, te has quedado con dos o tres carreras que te interesan. Ahora sólo tienes que encontrar las titulaciones y los centros que mejor te van a preparar.  Estos son algunos de los puntos más importantes que deberías valorar:

  1. La duración de los estudios. Quizá tienes claro que quieres estudiar algo corto y que te permita entrar rápidamente en el mercado laboral o eres de los que quieren una carrera larga.
  2. La dificultad de la carrera. Mientras a algunos estudiantes no les importa hacer una carrera que suponga mucho esfuerzo, otros buscan una titulación fácil de sacar. Piensa cuánto esfuerzo estás dispuesto a dedicar.
  3. El enfoque de los estudios. Hay estudios que tienen un enfoque muy práctico, mientras que en otros predomina la teoría. Piensa qué tipo de estudios encajan más con tus intereses.
  4. La importancia de los idiomas.  Hoy en día, los idiomas son muy importantes para cualquier trabajo. Vivimos en un mundo globalizado y si no los dominamos pueden ser una barrera que habrá que superar. Evita que sea un obstáculo buscando unos estudios que te formen en este campo como una asignatura más.
  5. Las salidas laborales. Cada carrera ofrece múltiples salidas laborales que a veces ni conocemos. Es importante tener una idea de todos los posibles trabajos que se pueden desempeñar antes de elegir.
  6. El coste. A veces podemos plantearnos una determinada carrera cuyo coste está por encima de nuestras posibilidades económicas. En ese caso, hay que analizar si nuestra familia puede realizar ese desembolso, o si podemos conseguir una beca o un préstamo de un banco.
  7. La facilidad de encontrar un trabajo. Aunque el mercado es muy cambiante y nadie te puede garantizar un puesto de trabajo, es verdad que determinados estudios por su flexibilidad o alta preparación ofrecen más posibilidades de inserción laboral. Tenlo en cuenta. Es un factor que va a determinar el esfuerzo que tendrás que hacer para conseguir un puesto de trabajo.
  8. Pregúntate ¿qué estudios me ayudarán a conseguir lo que quiero? Dependiendo del trabajo que quieras conseguir te vendrá mejor tener una u otra formación. Por ejemplo, si quieres trabajar resolviendo problemas informáticos a usuarios de Internet, quizás no necesitas estudiar Ingeniería Informática, sino un ciclo formativo de esta rama. En cambio, si quieres desarrollar la implantación de un sistema de gestión empresarial, la carrera será tu mejor opción. Con todo ello, lo que quiero decir es que primero debes pensar en qué es lo que quieres y luego analizar si los diferentes estudios que vas conociendo te ayudarán a conseguirlo.
  9. Elige el camino. Hay muchos caminos para llegar a desempeñar un trabajo que te interese, pero no todos son iguales de rápidos o amenos. Cuando hayas investigado a fondo tus opciones, será mucho más fácil encontrar una ruta que te guste.



Ya ves que para elegir una carrera sólo necesitas empezar a pensar en qué quieres hacer profesionalmente, y hacerte una idea de las carreras que te pueden gustar más. Es muy posible que a lo largo de tu camino profesional evolucionen algunos de tus gustos y objetivos. Pero si te has preparado un buen mapa a través de los puntos anteriores sabrás llegar a dónde quieras.